Conforme envejecemos nuestras funciones cognitivas se deterioran y nuestro cuerpo experimenta limitaciones cada vez mayores. La repercusión afecta diversas dimensiones de nuestra vida, ya que no solo se trata de la salud física, sino también de nuestro bienestar mental y emocional, así como de nuestro entorno social.
La actividad física es uno de los principales medios para mantener una buena movilidad, lo que resulta vital para que la persona mayor pueda mantener o prolongar su autonomía e independencia. Si lo vemos desde una perspectiva amplia; la actividad física es la puerta para una buena movilidad y ésta, a su vez, es la puerta para múltiples beneficios.
10 beneficios que obtiene una persona mayor al integrar actividad física en sus hábitos:
- Ayuda a afrontar esta etapa de la vida con mayor optimismo y a relacionarse con otros de forma sana e independiente.
- Retrasa el envejecimiento del cerebro y puede prevenir enfermedades neuro-degenerativas como el Alzheimer o algún otro tipo de demencia senil.
- Promueve la coordinación, lo que ayuda a reducir el riesgo de accidentes o caídas comunes en la tercera edad.
- Ayuda a mejorar el estado de ánimo, además de que reduce el estrés y el insomnio.
- Ayuda a mantener un peso adecuado.
- Evita la disminución de masa muscular y ósea.
- Fortalece la autoestima y mejora la auto-percepción.
- Disminuye el riesgo de sufrir obesidad, sedentarismo y depresión.
- Controla el nivel de azúcar en la sangre.
- Mejora la presión arterial y oxigenación.
Ejercicios recomendables para personas mayores
No todo sirve para todos, por lo que los ejercicios se deben adaptar a las capacidades, a la salud, a la edad y a lo que cada persona disfruta hacer.
Persona mayor que goza de buena salud: se recomienda realizar actividades aeróbicas como caminar, bailar, andar en bicicleta, subir escaleras o nadar durante 15 o 30 minutos al día. Además, los resultados mejorarán si se alterna con una actividad como yoga o una rutina de ejercicios. Estas actividades ayudarán a fomentar flexibilidad y fuerza, por lo tanto, la persona mayor mantendrá agilidad y evitará la pérdida de masa tanto muscular como ósea.
Persona mayor con movilidad reducida: en este caso se recomienda realizar ejercicios de fortalecimiento muscular y ejercicios que fomenten la flexibilidad y el equilibrio para evitar accidentes o caídas mínimo 3 días por semana.
Recordemos que siempre hay que acudir con un médico especialista para conocer nuestro estado de salud actual. De esta manera nos puede sugerir actividades físicas que nos beneficiarán. En caso de requerir ejercicios muy específicos es recomendable buscar la ayuda de un entrenador personal especialista, quien podrá diseñar una rutina de ejercicios adecuados a nuestras necesidades.
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