Alimentación e hidratación en épocas invernales

Alimentación e hidratación en épocas invernales

Alimentación e hidratación en épocas invernales. El agua es el principal componente del organismo y participa en muchas funciones fisiológicas, como el mantenimiento de la temperatura corporal o el correcto funcionamiento del proceso digestivo. Beber suficiente agua evita la retención de líquidos, ya que ayuda al organismo a deshacerse de toxinas y sustancias que no necesita.

Por tanto, es importante controlar la hidratación durante todo el año, independientemente de la estación en la que nos encontremos. Por eso quiero daros unos consejos básicos para no descuidar vuestra hidratación —y alimentación— en los meses fríos.

A lo largo del día, perdemos alrededor de 2.5 litros de líquido a través de la respiración, el sudor y la orina. La recomendación diaria general es beber de unos 2-2.5 litros de líquido durante todo el día para compensar estas pérdidas: alrededor de 1.5-2L para los hombres, y de 1-1.5L en mujeres.

Revisar el color de tu orina puede ser un indicador útil para saber si te estás hidratando correctamente. Lo ideal es que sea amarillo claro. Si, por el contrario, el color de tu orina es amarillo oscuro y produces poca cantidad, puede indicar falta de hidratación.

En general, se recomienda que el 80% de la cantidad líquido que ingerimos provenga del agua y el 20% restante a partir de alimentos —frutas y las verduras, que tienen un porcentaje elevado de agua— y otras bebidas —infusiones y caldos—, siempre evitando bebidas azucaradas y alcohólicas.

Con la bajada de temperaturas, es frecuente que se tienda a beber menos líquido, ya que es posible que la sensación de sed no esté tan presente. Es el momento de dar paso a caldos vegetales, tés o infusiones, que contribuyen a alcanzar la ingesta de líquido que a veces olvidamos en esta época del año.

Al practicar actividad física al aire libre, también debes tener presente la hidratación, aunque el clima sea frío. Las personas activas tienen incrementadas las necesidades hídricas, ya que pierden más cantidad de líquido a través del sudor. Que no haga calor, no significa que no se den estas pérdidas, y no reponerlas podría afectar tu salud y tu rendimiento.

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