Ser una persona sexualmente sana también significa disfrutar de tu sexualidad, de cuidarte a ti mismo, primero, para luego cuidar a tu pareja. La Coalición Nacional para la Salud Sexual establece dos puntos primordiales para una salud sexual óptima: evitar infecciones y enfermedades de transmisión sexual, así como la prevención de embarazos no deseados.
Explica, además, que ser una persona sexualmente sana significa poder disfrutar de un cuerpo más saludable, de una vida sexual plena, de relaciones positivas y de paz interior. Poder hablar con franqueza sobre la salud sexual con su pareja y su profesional de la salud es esencial para su salud.
La Coalición Nacional para la Salud sexual ha establecido cinco pasos claves para que empieces a mejorar tu salud sexual y la de tu pareja:
- Valórate como persona y decide qué es lo mejor para ti. El sexo es una parte natural de la vida puede ser una fuente de placer, intimidad y goce. Pero eres tú quien decide cuándo deseas tener sexo. En primer lugar, piensa en lo que quieres. Luego, define tus valores, deseos y límites. Estos pueden cambiar según la etapa de la vida en la que te encuentres.
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Construye relaciones positivas. Inicia conversaciones abiertas y sinceras acerca de tu relación, deseos y salud sexual con tu pareja para así poder tomar decisiones en conjunto. Si surgen problemas de salud, habla al respecto con franqueza y busca atención médica inmediata. Busca ayuda si tu pareja es violenta, abusiva, te presiona o intenta controlarte.
- Protege tu cuerpo. Aprende sobre tu cuerpo y cómo funciona. Explora maneras de expresarse sexualmente. Adopta prácticas de sexo seguro a fin de protegerte a ti mismo y a tus parejas de las infecciones y enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Los condones pueden prevenir ambos, mientras que otros métodos anticonceptivos sólo evitan el embarazo. Como protección adicional, algunas personas usan condones junto con su método de control de la natalidad de preferencia.
- Trata bien a tus parejas. Está con alguien que te haga sentir bien, cómodo y seguro. Las parejas deben respetar sus límites y no deben presionarse o forzarse a hacer algo que no desees hacer.
- La salud sexual es parte de tus servicios médicos básicos. Busca un profesional de la salud con el que te sientas cómodo. Habla francamente con tu profesional de la salud acerca de cómo mantenerte sano. Plantea toda inquietud o problema que pudieras tener respecto de tu salud sexual.
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