Para que nuestra edad biológica corresponda con la edad de nuestro cuerpo es conveniente que cuidemos de nuestros hábitos para así cuidar de nuestra salud, pero, ¿cómo puedo conocer la edad de mi cuerpo?
Solemos ver a personas jóvenes comportarse como ancianos y viceversa; con ese solo hecho podríamos intuir que la edad es solo un número. En este caso no nos referiremos a los hábitos que nos hacen parecer con más o menos años, sino a cómo estos afectan al cuerpo.
Gracias a un test se pueden determinar muchos factores relacionados a los años que tiene el organismo en relación a cómo lo tratamos. También sirven para saber, e incluso predecir, la posible edad de muerte del paciente y para identificar qué personas pueden desarrollar demencia o Alzheimer.
Una de las pruebas consiste en hacer un análisis de sangre para identificar las marcas de envejecimiento de las células y compararlas posteriormente con el comportamiento de los 150 genes clave para la salud.
Esto es posible gracias a que hay señales en los tejidos celulares que pueden indicar si alguien padecerá deterioro cognitivo o será más longevo que la media. A partir de los 40 años los pacientes tienen la posibilidad de saber qué los está envejeciendo.
Al conocer nuestra edad biológica podemos actuar sobre el 70% del proceso de envejecimiento. Cuando comprendemos qué hábitos de vida influyen en él, podemos llevar a cabo las modificaciones necesarias para prevenir posibles patologías.
Un estudio de la Universidad de Stanford ha analizado las relaciones entre diversos biomarcadores de seis órganos vitales con el proceso de envejecimiento. Según este estudio, estos son los órganos y los parámetros que hay que tener en cuenta para calcular la edad biológica: corazón, pulmones, cerebro, piel, sistema inmunológico y telómeros.
Consulta con tu médico cuál es el mejor test para conocer tu edad biológica.
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