Importancia de la correcta oxigenación para nuestra salud

 

Importancia de la correcta oxigenación para nuestra salud

Oxígeno, el elemento químico gaseoso, incoloro, inodoro, insípido y muy reactivo, presente en todos los seres vivos y esencial para la respiración. Podemos pasar varios días sin comer, beber o dormir, pero no sin respirar. De ahí que la importancia de la correcta oxigenación para nuestra salud integral.

Respirar es mucho más que llevar oxígeno a los pulmones y eliminar dióxido de carbono. En nuestra vida diaria obviamos los procesos de inhalación o inspiración —oxigena cada célula de nuestro cuerpo— y de exhalación o expiraciónayuda al drenaje linfático y desintoxica al organismo—, y es que la respiración es nuestra primera fuente de energía, aumenta la vitalidad física, psíquica y espiritual, y nos ayuda a restablecer el equilibrio emocional. 

En ese sentido es que debemos de establecer, de manera consciente, cómo respiramos y bajo qué circunstancias, como el estrés, no respiramos correctamente, produciendo una gran activación y desgaste del organismo. Una respiración adecuada nos ayuda a disminuir dicha activación, a recobrar el equilibrio y a manejar nuestras emociones.

En fechas recientes, el tema de oxigenación y respiración se ha vuelto recurrente, y es que con la pandemia provocada por el COVID-19, mucho se ha hablado de la dificultad para respirar como uno de los síntomas más frecuentes entre pacientes infectados con el virus.

Aunque la mayoría de las veces es un signo fácil de detectar por el paciente, no siempre es así, ya que hay casos en los que esta dificultad para respirar no es percibida por el afectado, dando lugar a una hipoxia o falta de aire silenciosa, que puede ser mortal. 

La pregunta es entonces: ¿cómo puedo saber si los niveles de oxígeno en nuestro organismo son los adecuados? Primero cabe aclarar el término “saturación de oxígeno”, que  es la medida de la cantidad de oxígeno disponible en la sangre. Cuando el corazón bombea sangre, el oxígeno se une a los glóbulos rojos y se reparten por todo el cuerpo. Los niveles de saturación óptimos garantizan que las células del cuerpo reciban la cantidad adecuada de oxígeno.

Determinar los niveles corrector de oxígeno en la sangre se pueden determinar gracias a la tecnología. Los oxímetros o pulsioxímetros domésticos son aparatos que permiten hacer una lectura fácil y efectiva de dichos niveles. 

Aunque muchos pudiéramos creer que este es un aparato de reciente creación, la realidad es que fue creado durante la Segunda Guerra Mundial para que los pilotos pudieran subir a mayor altura sin peligro ya que con su uso podían calcular la altura máxima a la que podían subir sin oxígeno. En la actualidad, éstos se utilizan para medir los niveles de saturación de oxígeno en sangre, es decir, una forma indirecta de saber el oxígeno real que hay en la sangre.

¿Y cuáles son los niveles idóneos? El porcentaje de saturación de oxígeno que se mide con un oxímetro de pulso o pulsioxímetro debe estar entre 95 y 100, para considerarse normal. El aparato se pone en el dedo, que es una de las partes del cuerpo, junto con el lóbulo de la oreja, donde existe más microcirculación. De esta forma, al pasar la luz polarizada por el dedo se pueden medir los glóbulos rojos que van circulando por el organismo e interpretar cuánta hemoglobina está circulando por él y calcular, así, la saturación de oxígeno en la sangre del paciente.

Cuando los niveles de oxígeno en la sangre caen por debajo del 90% se puede desarrollar hipoxia, que podría ser resultado de complicaciones cardiopulmonares, desórdenes del sueño, el consumo de algunos medicamentos o una exposición a una altitud elevada, como la Ciudad de México.

Los síntomas más comunes relacionados con la hipoxia son: dolor de cabeza, incremento de la presión arterial, falta de aire, ronquidos en el pecho, confusión y una coloración azulada en la piel.

Una reducción considerable de oxigenación en la sangre puede llegar a ser muy severa para la salud, pero ésta se puede revertir con una prescripción médica. Sin embargo, hay ciertas actividades que se pueden hacer para mejorar la oxigenación en la sangre: ejercicio diario, que puede incrementar la capacidad pulmonar (es importante consultar a un especialista antes para determinar el tiempo y la intensidad del ejercicio). 

Una dieta balanceada puede mejorar los niveles de oxígeno en la sangre. Los alimentos altos en hierro, como la carne de res, el pescado, las lentejas y algunos frutos secos, como las nueces de la India aportan una porción considerable de este elemento al cuerpo. 

Así que ya lo sabes, monitorear los niveles de oxigenación en la sangre es trascendental. Consulta a tu médico, quien te podrá guiar para comprar un oxímetro adecuado y te dirá qué pasos seguir para mejorar tu salud.

 

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