El año que acaba de terminar nos enseñó, sin duda, muchas lecciones. La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 fue uno de los grandes retos al que nos enfrentamos en 2020 y con ello tuvimos que aprender a vivir “nuevas normalidades”. Pero si algo bueno podemos sacar de todo esto, son 5 hábitos de salud que afianzamos en 2020, y que estamos seguros que seguiremos practicando el resto de nuestras vidas.
Lavado de manos
Sí, por todas partes oyes que debes lavarte las manos y la razón es que es nuestra mejor defensa. Lávate las manos frecuentemente con jabón y agua, al menos durante 20 a 30 segundos.
Lávate siempre las manos después de sonarte, toser o estornudar en un pañuelo de papel, después de usar el baño, cuando salgas de tu casa y al regresar, antes de preparar los alimentos y de comer, antes de maquillarte, antes de manipular los lentes de contacto.
Si vas a utilizar desinfectante para manos, asegúrate de que contenga al menos un 60% de alcohol. Debes cubrirte las manos completamente con el producto y frotártelas una con otra durante 20 a 30 segundos, hasta que las sientas secas.
Limpiar y desinfectar las superficies
Todos los hogares son diferentes; sin embargo, en todos hay superficies que se tocan con mucha frecuencia: las manijas de las puertas, las mesas, las sillas, los pasamanos, las superficies de la cocina y los baños, los grifos, los inodoros, los interruptores de luz, los teléfonos móviles, entre otros.
Si una superficie está sucia, lo primero que se debe hacer es limpiarla con jabón o con detergente y agua. A continuación se debe usar un producto desinfectante que contenga alcohol (aproximadamente un 70%) o lejía.
No es recomendable usar vinagre u otros productos naturales. En muchos lugares puede ser difícil encontrar aerosoles o toallitas desinfectantes. En este caso se debe limpiar con jabón y agua. En algunas superficies se puede usar una solución de lejía diluida de uso doméstico.
Es importante no remover las soluciones de limpieza tan pronto como se han aplicado. Muchos productos desinfectantes, como las toallitas y los aerosoles, tienen que permanecer húmedos sobre las superficies durante varios minutos para ser efectivos.
Oxigenación de la sangre
En fechas recientes, el tema de oxigenación y respiración se ha vuelto recurrente, y es que con la pandemia provocada por el COVID-19, mucho se ha hablado de la dificultad para respirar como uno de los síntomas más frecuentes entre pacientes infectados con el virus.
Aunque la mayoría de las veces es un signo fácil de detectar por el paciente, no siempre es así, ya que hay casos en los que esta dificultad para respirar no es percibida por el afectado, dando lugar a una hipoxia o falta de aire silenciosa, que puede ser mortal.
Determinar los niveles corrector de oxígeno en la sangre se pueden determinar gracias a la tecnología. Los oxímetros o pulsioxímetros domésticos son aparatos que permiten hacer una lectura fácil y efectiva de dichos niveles. En JTC tenemos los mejores para que cuides de tu familia.
Alimentación
Cuidar lo que comemos se ha vuelto de vital importancia. Además de cuidarnos de otro tipo de padecimientos, la buena alimentación es un factor que ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico y por tanto a defendernos contra el virus.
Descarga nuestra Guía de Prevención COVID-19, en la que incluimos cuidados y hasta una guía de alimentación para que fortalezcas tus defensas.
Uso de mascarillas y cubrebocas
Las mascarillas, combinadas con otras medidas preventivas, como lavarse las manos con frecuencia y el distanciamiento físico, ayudan a hacer más lenta la transmisión del virus.
En protejo.me puedes encontrar una gran variedad de mascarillas de protección para toda tu familia. Aquí te presentamos algunas de las diferencias entre dos de las más comunes y eficaces.
Mascarillas quirúrgicas:
También conocidas como mascarillas médicas, las mascarillas quirúrgicas son desechables —no quedan ajustadas— y protegen la nariz y la boca del contacto con gotitas, salpicaduras y aspersiones que pueden contener microbios. Pueden proteger a otros al reducir la exposición a la saliva y las secreciones respiratorias de la persona que la usa.
Mascarillas KN95:
En realidad son un tipo de respirador. Las mascarillas KN95 ofrecen más protección que una mascarilla quirúrgica porque pueden filtrar tanto las partículas grandes como las pequeñas al inhalar. Como el nombre lo indica, la mascarilla está diseñada para bloquear el 95% de las partículas más pequeñas. Algunas mascarillas KN95 tienen válvulas que hacen que sea más fácil respirar a través de ellas. Con este tipo de mascarilla, el aire no filtrado se libera al exhalar.