Una alimentación adecuada, combinada con ejercicio, se ha convertido en un medio efectivo para reducir el riesgo de padecer cáncer, así como evitar su recurrencia en pacientes que ya sufrieron la enfermedad. En el caso del cáncer de mama, la nutrición, la oxigenación e hidratación son fundamentales.
Antes de continuar, cabe aclarar que el llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio no son sinónimos de una vida libre de ciertas enfermedades crónicas. Es por ello que antes de iniciar cualquier régimen se debe de consultar a un médico especialista, quien podrá guiarte y establecer un plan adecuado para ti.
De acuerdo con datos del Gobierno de México, el cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en la población mundial y la primera más frecuente entre las mujeres con un estimado de 1’671,149 nuevos casos diagnosticados cada año, así como la causa con mayor mortalidad en la mujer con 521,907 defunciones anuales.
En nuestro país —de acuerdo con datos de El Financiero—, hasta octubre del 2019, la tasa acumulada de muertes de mujeres por cáncer fue de 20.9, equivalente a 11,252 casos totales. Estas cifras señalan una tendencia creciente respecto al 2018.
Como ya lo mencionamos antes, un cambio en la dieta y el hábito del ejercicio es crucial, pero al mismo tiempo difícil para pacientes que sufren de algún tipo de cáncer e incluso para los sobrevivientes.
“Los tratamientos para el combate de la enfermedad dejan a los pacientes exhaustos, por lo que en lo último que podrían pensar, por ejemplo, es en ejercitarse”, explica la Doctora DeNysschen, quien se ha convertido —en Estados Unidos— en una de las precursoras respecto a la investigación sobre cómo la alimentación y el ejercicio producen efectos considerables en la lucha y prevención del cáncer, específicamente el de mama.
Entre sus múltiples hallazgos destaca el ejercicio como forma contundente para reducir los efectos secundarios provocados por la ingesta de los inhibidores amastasa, un medicamento utilizado para combatir el cáncer de mama. Actividades básicas de resistencia, así como algunos estiramientos sencillos son parte de la rutina que propone DeNysschen para mejorar la salud de una paciente con cáncer de mama.
A esto se suma la dieta, un tema que provoca debates entre diversos especialistas. Si bien está claro que consumir alimentos de calidad es determinantes en el funcionamiento de todo nuestro organismo, esto es aún más importante cuando el sistema inmunológico se ve amenazado por la presencia de una enfermedad como el cáncer.
Estudios indican que cambios en la dieta, como la reducción de azúcares, grasas saturadas e incluso ciertas proteínas puede ayudar en el combate de la enfermedad. Sin embargo, los resultados aún no arrojan datos estadísticos que permitan realmente entender si estos cambios en la dieta son determinantes.
De acuerdo al Centro John Hopkins, algunas de las medidas alimenticias que se pueden tomar incluyen: mayor consumo de ciertas frutas, verduras y granos; reducción de ingesta de grasas, así como de alimentos ahumados, curados y encurtidos, todo esto sumado al mantenimiento de un peso ideal.
Tomemos el caso de la glucosa en la sangre. De acuerdo con algunos estudios revelados por City of Hope, uno de los centros de tratamiento de cáncer más respetados en el mundo, las personas con diabetes tipo 2 –el más común— tienen el doble de posibilidades de padecer cierto tipos de cáncer, entre ellos el de mama.
Cada vez hay más investigaciones que indican claramente que esto no es aleatorio ni accidental, sino que es evidente que el cáncer y la diabetes están íntimamente relacionados de muchas maneras, desde sus características biológicas, hasta los factores de riesgo y las opciones de tratamiento.
Una forma de estar al pendiente de los niveles de glucosa en la sangre, sin tener que ir a hacerse pruebas de laboratorio constantemente, es con los llamados glucómetros, un sistema de monitoreo de glucosa en la sangre, que se extrae de la yema del dedo o del antebrazo.
Así como el glucómetro se ha convertido en una herramienta útil para el control de la glucosa, los oxímetros se han vuelto instrumentos de vital importancia y de fácil uso para que cualquiera los pueda tener en casa.
Los oxímetros o pulsioxímetros domésticos son aparatos que permiten hacer una lectura fácil y efectiva de los niveles de oxígeno en la sangre, un dato determinante en el tratamiento de ciertas enfermedades, que en el caso de pacientes con cáncer es vital, ya que la salud de las vías respiratorias es una de las preocupaciones de los especialistas, sobre todo cuando el sistema inmunológico se encuentra amenazado.
En jtc.com.mx puedes encontrar éstas y otras herramientas para el monitoreo y cuidado de ciertas enfermedades sin tener que salir de casa. Consulta a tu médico si tienes alguna duda de cómo usarlos.