Durante mayo se celebra el Día del Parto Respetado, una tendencia que en los últimos años ha recobrado fuerza en México y el mundo. ¿Sabes de qué se trata?
En una idea general un parto respetado se centra en evitar en la medida de lo posible la intervención para la madre o el recién nacido. Aún cuando las intervenciones ya sea en términos quirúrgicos o medicados se reducen, en la mayoría de los casos se cuenta con el acompañamiento o supervisión de una partera o un ginecólogo. En este tipo de partos, también conocidos como humanizados, los asistentes están para asegurarse de que el proceso del parto se dé sin complicaciones.
Por supuesto, un parto natural requiere de haber cumplido con ciertas condiciones a lo largo del embarazo. Entre las más destacadas:
- Que en el embarazo no hayan habido dificultades que amenazaran la vida de la gestante o del bebé.
- Que la madre esté en buenas condiciones de salud.
- Que el embarazo se haya desarrollado dentro de los parámetros de la normalidad.
¿Qué condiciones podrían limitar un parto sin intervenciones?
En términos globales podemos listar las siguientes condiciones como aquellas que limiten un parto sin intervención:
- Embarazos de alto riesgo
- Anomalías en la zona pélvica de la madre
- Productos (bebés) prematuros
- Riesgos en la salud de la madre (hipertensión, problemas cardiacos…)
- Otros riesgos identificados durante el embarazo con el profesional ginecólogo
Recuerda que antes de optar por un tipo específico de parto, es importante asesorarte en temas como son la nutrición, seguimiento de la salud de la madre y del bebé, actividad física y ejercicios de preparación, e incluso seguimiento psicológico y técnicas de relajación.
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